¡Salvemos la Filosofía!

¡Que no desaparezca de los institutos y colegios!

 

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A continuación puedes leer un artículo en defensa de la Filosofía en la enseñanza secundaria:

La Filosofía en España. Necrológica

(Publicado en El Mundo, 9 de octubre de 2013)

Para leerlo, pincha en la imagen

El sentido de la vida

LA VIDA,

ENTRE LA REBELDÍA Y LA DICHA

 

    Lee saboreándolos los dos poemas siguientes, de la poeta polaca Wislawa Szymborska y del poeta español Jorge Guillén, y, a continuación, pon por escrito la sensación que uno y otro han dejado en ti a propósito de si vivir merece la pena y por qué.

 

    El poema de Szymborska no creo que te plantee dificultades especiales; resulta bastante explí­cito ya desde el título: todo cuanto nos constituye, todo lo que somos, la vida que tenemos, todo ello hay que devolverlo, ya que no nos pertenece: nada es regalo, todo es préstamo. ¿Todo? Bueno, no todo. Hay algo que no se deja anotar en este implacable registro ¿Qué es ello? ¿Por qué? ¿Cómo entender esto?
En cambio, el de Jorge Guillén es fácil que te despiste, y también ya desde el título. Por ello te ofrezco algunas pistas –sólo eso-, a partir de las cuales puedas adentrarte tú en el poema.

 

    El título, ‘Más allá’, y el primer verso pueden hacerte creer que se habla de la resurrección del cuerpo tras la muerte, pero no es así. O, mejor, no es del todo así. Ese volver del alma al cuerpo se refiere al despertar de cada mañana, cuando la luz golpea en los ojos y, como la continuación del poema va sugiriendo, va posándose en cuanto nos rodea, acompañada del ruido que, procedente del exterior, nos asalta en nuestra habitación: el día va asentándose. Los objetos van surgiendo de la penumbra, va quedando atrás el caos, ese abismo negro que los había engullido, para ir delimitando mi espacio y, al mismo tiempo, irme centrando, situando, ofreciendo referencias que me orienten.

 

    ¿Es que Guillén ignora el pasar del tiempo devorador que, en cambio, Szymborska pone en primer plano? Entiendo que no. Así, con una imagen rotunda y hermosa, dice del presente que es ‘eternidad en vilo’: aunque el presente pueda llegar a ser la vivencia de la plenitud, siempre está en vilo, amenazado por el tiempo. Sin embargo, lo que el poeta pretende es que lo percibamos –lo vivamos- al revés: ‘en vilo’, sí, pero aun así ‘eternidad’. De la tensión entre ser y dejar de ser, nace más intensa la dicha de ser, absoluta. Guillén va más allá, y jugando con los verbos ser y estar, acentúa el carácter carnal de nuestra existencia (sobre el que Miguel de Unamuno y Gabriel Marcel dicen cosas serias, como verás en los textos que te presento más adelante): ‘Ser, más, estoy. Respiro. / Lo profundo es el aire’. Más que el cartesiano ’pienso, luego existo’, Guillén argüiría ‘respiro, luego existo’. La realidad me ha investido como leyenda suya: en mí se expresa. Es ella la que me inventa. Dependo de ella, por lo que, como escribía Ortega y Gasset, si no la salvo a ella, no me salvo yo.
¿Por qué motivo ese título tan equívoco, 'Más allá'? Porque el poeta quiere que los lectores cambiemos nuestra mirada y seamos capaces de descubrir lo extraordinario en lo ordinario, que en lo cotidiano, en las cosas que nos rodean, en nuestra vida diaria encontremos lo que está ‘más allá’ de lo corriente. En suma, cada despertar es una nueva oportunidad que la vida nos depara de estrenarla, de iniciar un nuevo comienzo; un resurgir, un renacer, un resucitar.

 

    Ahora bien, ¿un despertar condenado a devolver lo recibido es un renacer auténtico? En otras palabras, ¿puede la dicha presente ser plena sin cancelar la amenaza de la devolución? A esta carne en vivo que soy, ¿le basta con ser leyenda de la realidad o quiere más, otra cosa (¿Y qué es ello?)? ¿Qué sentimiento acaba pues imperando a la postre, el de Guillén o el de Szymborska? ¿O serán ambos las dos caras de una misma moneda, porque cada uno de ellos se nutra del otro, la dicha de la rabia (y el dolor que la engendra) y la rabia (y el dolor que la engendra) de la dicha?

 

 

En los enlaces siguientes tienes ambos poemas: Wislawa Szymborska y Jorge Guillén.

 

Una vez leídos, pasa al siguiente texto de Jean Grondin sobre el problema del sentido de la vida.

Rincón de la cita

No es porque nos horroriza lo feo, sino porque nos atrae lo bello, por lo que debemos enseñar lo bello. (Charles Péguy)

Emilia Oliva

César Vallejo

Wislawa Szymborska

Miguel de Unamuno

Cine, teatro, pensamiento

Como el agua que fluye

Manuel R. Avis

¿Quiere el hombre seguir vivendo?

(Rémi Brague)

El sentido de la vida (I) (Jean Grondin)

La temporalidad de la existencia humana

José Bergamín

Vladimir Jankélévitch

y explicación

El sentido de la vida (II) (Jean Grondin)

Estar, existir

El hombre existe comprendiendo un sentido

Martin Heidegger

Vivir es encontrarse en el mundo

José Ortega y Gasset

(¿Qué es filosofía?,

lecciones X y XI)

El ser encarnado, punto central de la reflexión filosófica

Gabriel Marcel

(Filosofía concreta)

Existencia, libertad y desamparo

Jean-Paul Sartre

(El Existencialismo es un humanismo)

El sentido de "mi vida": identidad y profundidad (G. Marcel)

El problema del sentido de la vida (y III)

Jean Grondin

El encuentro interpersonal

Juan Martín Velasco

Película

La vida de los otros

(presentación y guion de trabajo)

Distintas maneras de amar (Erich Fromm)

El rostro o mi responsabilidad para con el Otro

Emmanuel Levinas

Mi cuerpo, mi vida, mi ser

Gabriel Marcel

Conferencia inédita

Acontecimiento y disponibilidad (Jean-Luc Marion)